El bótox, un aliado para este verano

Con la llegada de la época estival, cuando los rayos solares inciden con su mayor intensidad, contraemos más los músculos faciales para protegernos de esta radiación. Casualmente, los músculos que contraemos son aquéllos que generan las arrugas, que se tratan y previenen mediante la aplicación de la toxina botulínica o bótox. Las arrugas que se acentúan con la contracción de estos músculos son: el entrecejo, las arrugas de la frente y las patas de gallo. Coinciden con las arrugas que se generan cuando intentamos protegernos del sol.

El bótox relaja la expresión de la cara

Con la aplicación del bótox en los puntos adecuados, estos músculos se relajan, así como la expresión de la cara. De esta forma evitamos que estas arrugas vayan a más, ya que impedimos que estén formándose constantemente durante el tiempo de actuación del bótox, que es de 6 meses aproximadamente. Este efecto preventivo ocurre cuando se realiza el tratamiento con bótox en cualquier momento del año, si bien es cierto que es ahora en verano cuando tendemos a contraer más los músculos antes descritos (y por tanto, a desarrollar más las arrugas que éstos generan), debido a la mayor intensidad de los rayos solares y al mayor tiempo que pasamos al aire libre.

Por todo ello, si además de verte más guap@ quieres prevenir las arrugas de expresión que se marcan más con el sol, es muy aconsejable aplicarte un tratamiento de toxina botulínica para este verano.